Nutrición

La importancia de la microbiota intestinal en la salud

La microbiota intestinal se define como la comunidad de microorganismos (bacterias, hongos, virus) que colonizan el tracto gastrointestinal. A lo largo de este tracto existe variación en la cantidad y el tipo de microorganismos, pero ¿sabías que más de 10 trillones de microorganismos habitan desde la boca hasta el ano? Y en el intestino concretamente existen más de 1000 tipos de bacterias1,2,3. A continuación, te contamos la importancia de la microbiota intestinal en la salud.

¿Qué funciones desempeña la microbiota intestinal?

Las funciones que realizan estas bacterias son múltiples, por un lado, contribuyen a la digestión de alimentos y la absorción de determinados nutrientes esenciales2.

Por otro lado, la microbiota se encarga de la protección frente a infecciones, previniendo la colonización por otros microorganismos patógenos, gracias a su capacidad de producir sustancias antimicrobianas. Además, nuestras bacterias promueven el desarrollo del sistema inmunitario desde el nacimiento1,2.

Es importante mantener el equilibrio de la microbiota, esto es el balance entre las bacterias “buenas” y “malas”, ya que cuando se pierde este equilibrio, lo que se conoce como “disbiosis”, afecta a la protección contra patógenos que puedan causarnos enfermedades1,2.

No podemos pasar por alto que la microbiota intestinal contribuye a la síntesis de vitaminas, como las vitaminas B y K, que el organismo no es capaz de sintetizar, pero también produce ácidos grasos de cadena corta (AGCC) que proporcionan un 10% de la energía y múltiples beneficios para nuestra salud.

Además, se ha visto como existe una comunicación bidireccional entre la microbiota intestinal y el cerebro, lo que se conoce como el eje microbiota-intestino-cerebro. Una de las razones es que la microbiota participa en la fabricación de más del 80% de los neurotransmisores del cerebro, como la serotonina y la dopamina, por lo que también influye de manera significativa en el estado de ánimo1,2,4.

¿Por qué es importante cuidar la dieta?

El tamaño, la composición y la diversidad de bacterias en el tracto digestivo humano varía entre diferentes razas, género, edad y se ve influenciada por diversos factores como el nivel de actividad física, la higiene personal, el uso de antibióticos u otros medicamentos, infecciones, estrés…, pero uno de los factores más importantes es la nutrición, lo que comemos condiciona la composición y cómo funciona nuestra microbiota1.

Una nutrición adecuada, es decir, una dieta equilibrada en calorías, con una ingesta adecuada de frutas y verduras, rica en fibra, con grasas saludables y un predominio de proteínas de origen vegetal, parece ser la mejor manera de promover la diversidad de la microbiota y su actividad. Varios estudios han demostrado que la dieta Mediterránea influye positivamente en la diversidad y actividad de la microbiota intestinal y aumenta el nivel de AGCC y, por lo tanto, mejora nuestro metabolismo1.

Para ayudar a nuestra microbiota intestinal a través de la alimentación, los probióticos, definidos como “microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped5”, juegan un papel muy importante. Los probióticos los encontramos en alimentos fermentados como los yogures o leches fermentadas1.

Tampoco debemos olvidarnos de la ingesta de “prebióticos”, el alimento de las bacterias “buenas”, que contribuye al correcto crecimiento y desarrollo de éstas. La alcachofa, achicoria, calabaza y la avena, entre otros, son alimento de estas bacterias beneficiosas2.

En resumen…

La microbiota intestinal desempeña un papel vital en nuestra salud. La relación entre microbiota, salud y enfermedad resulta clave y uno de los factores que principales que puede modular nuestra microbiota, y, por lo tanto, tener consecuencias en nuestra salud, es la dieta.

 


1 Moszak M, Szulinska M, Bogdanski P. You Are What You Eat- The Relationship between Diet, Microbiota, and Metabolic Disorders – A Review. Nutrients. 2020; 12(4):1096. doi: 10.3390/nu12041096
2 Blanca García-Orea Haro. Dime qué comes y te diré qué bacterias tienes. Penguin Random House Grupo Editorial España. 2020. ISBN: 8417752935, 9788417752934.
3 García-Mazcorro JF, Garza-González E, Marroquín-Cardona AG, Tamayo JL. Caracterización, influencia y manipulación de la microbiota gastrointestinal en salud y enfermedad [Characterization, influence and manipulation of the gastrointestinal microbiota in health and disease]. Gastroenterol Hepatol. 2015;38(7):445-466. doi: 10.1016/j.gastrohep.2015.01.004. Epub 2015 Mar 11. PMID: 25769877.
4 Radisavljevic N, Cirstea M, Brett Finlay B. Bottoms up: the role of gut microbiota in brain health. Environ Microbiol. 2018. doi: 10.1111/1462-2920.14506.
5 The Food and Agriculture Organization of the United Nations. The World Health Organization. Guidelines for Evaluation of Probiotics in Food. FAO/WHO; London, ON, Canada: 2002. Report of a joint fao/who working group on drafting guidelines for the evaluation of probiotics in food.