Nutrición

La dieta mediterránea como dieta sostenible

Adriana Oroz

Dietista nutricionista nºcolegiada CAT001394

@adristylelife

Seguro que habrás escuchado hablar muchas veces de la “dieta mediterránea” y de los tantos estudios que han demostrado el beneficio que esta alimentación genera en nuestra salud. ¿Pero realmente crees que en España seguimos la dieta mediterránea?

Para empezar, quiero explicarte en qué se basa la dieta mediterránea. Se basa en un conjunto de patrones y tradiciones alimentarias de ciertos países vecinos al Mar Mediterráneo que comparten unas características muy similares en cuanto a la cultura alimentaria, clima y cultivos. Esto hace que se pueda llevar un patrón de alimentación basado en el consumo de vegetales, frutas, granos integrales, frutos secos, legumbres y pescado.

Cómo te comentaba, en diferentes estudios, se ha demostrado que este patrón de alimentación resulta beneficioso para el cuidado de la salud y para la prevención y tratamiento de diferentes enfermedades recurrentes en nuestra sociedad: enfermedades cardiovasculares (hipertensión, colesterol, diabetes…), el cáncer, la obesidad y el sobrepeso.

Además, seguir este patrón de alimentación es sostenible y resulta por ello, beneficioso también para el medio ambiente. Protege y respeta la biodiversidad y los ecosistemas optimizando los recursos naturales.

¿Cuáles son los componentes de la dieta Mediterránea?

Debe estar basada principalmente en alimentos de origen vegetal, se deben elegir productos locales y de temporada, reducir el desperdicio de alimentos, consumir pescado solamente de reservas sostenibles y disminuir el consumo de carne roja y procesada, alimentos altamente procesados y bebidas azucaradas.

Se recomienda un consumo:

  • Diario de frutas y verduras por su aporte de fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes fomentando que sean de temporada y proximidad.
  • Diario de aceite de oliva virgen extra como principal fuente de grasa saludable.
  • Diario de cereales integrales y tubérculos (patata, arroz o pasta integral, maíz, cebada, avena, centeno, trigo sarraceno…), por su aporte de hidratos de carbono complejos y fibra.
  • Diario de frutos secos o semillas por su aporte de proteína vegetal, grasas saludables y fibra.
  • Semanal (mínimo 3-4 veces semana) de legumbres (lentejas, garbanzos, alubias, soja…), como aporte de proteína vegetal, hidratos de carbono, fibra, además de vitaminas y minerales.
  • Semanal de pescado alternando blanco y azul, huevo o carnes bajas en grasa como aporte de proteína de alto valor biológico.
  • Semanal de lácteos (leche, quesos frescos de cabra o de vaca), como aporte de proteína de alto valor biológico, calcio y vitamina D.

Evitando como decía antes el consumo de carnes rojas o procesadas (embutidos…), bebidas azucaradas o edulcoradas, alcohol (incluido el vino), productos procesados (dulces, bollería, snacks…)

Seguir un patrón de dieta mediterránea, junto con hábitos de actividad física, descanso, hidratación y cuidado emocional son factores que te ayudarán disfrutar de una vida saludable y longeva.

¿Crees que sigues esta dieta? De no ser así, te aconsejo empezar a tomar nota de los beneficios que te puede aportar para así cuidar tu salud tanto presente como futura.