La clave para combatir la obesidad infantil es dotar a la población con información y herramientas desde la nutrición y la cocina. Podemos lograr que los niños hagan elecciones saludables si actuamos en la despensa de casa y les involucramos en la compra fomentando el origen local y sostenible de los alimentos, en la escuela con una educación nutricional obligatoria, y en la cocina, cocinando con ellos para que se sientan empoderados.