Nutrición

La EFSA concluye: no podemos concluir que hay una cantidad segura de azúcar, cuanto menos azúcar libre mejor

La ingesta de azúcar libre debería ser lo más baja posible, no se ha podido establecer ninguna cantidad que sea libre de riesgo

Aitor Sánchez

Dietista - Nutricionista

@midietacojea

Acaba de publicarse la opinión científica de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) sobre la ingesta de azúcar libre.

5 países europeos le han pedido a la EFSA marcar un nivel máximo tolerable de ingesta de azúcar en nuestra alimentación. Esto se debe a que el azúcar libre se relaciona con diferentes enfermedades no transmisibles como caries, sobrepeso, obesidad

Este nivel es la cantidad de esa sustancia que se podría consumir como mucho sin que presente problemas para la salud. Por ejemplo, si tenemos datos que nos muestran niveles seguros en los que no aparezcan problemas, se podría marcar este nivel como “seguro”.

Grafico: diferencia entre el nivel máximo de ingesta tolerable y el nivel (o umbral) seguro de ingesta

Es importante marcar que el azúcar no es imprescindible, y que por lo tanto no hay una cantidad recomendada del mismo.

La conclusión que la EFSA ha extraído a nivel provisional es que la ingesta de azúcar libre debería ser lo más baja posible y no se ha podido establecer ninguna cantidad que sea libre de riesgo. Esto se debe a que la relación del consumo de azúcar y problemas para la salud es lineal.

A la EFSA no se le ha pedido que se posicione sobre la cantidad de azúcar que se podría recomendar como mucho, esto corresponde a las autoridades nacionales. (Esto es algo que podría hacer un Ministerio o a nivel internacional la propia FAO, como ya ha pasado anteriormente con el azúcar, o la carne roja).

Grafico: Categorías y subcategorías de azúcares alimentarios

El panel de expertos de la EFSA lo que hecho es revisar sistemáticamente los 120 estudios que cumplían los requisitos de esta revisión. Con ello ha conseguido encontrar una vinculación entre diferentes problemas de salud y consumo de azúcar, llegando a la conclusión anteriormente expresada: cuanto menos mejor.

Por supuesto, no todos los alimentos que incluyen azúcar libre son igual de perjudiciales. Podemos ver cómo los refrescos azucarados tienen un impacto mayor a los zumos de frutas, o por ejemplo a los azúcares añadidos en general.

Tabla: Relación entre la ingesta de azúcares y las enfermedades metabólicas

 

Para poder comprender mejor el efecto de cada tipo de azúcar, y a qué nos referimos con azúcar libre, viene bien recordar el papel de cada uno de ellos:

Diferentes tipos de azúcar en nuestra alimentación:

Azúcar libre: Son aquellos azúcar que se pueden absorber muy fácilmente un alimento y por eso mismo se recomienda restringirlos y tomarlos cuanto menos mejor. Podemos encontrar dos tipos de azúcares libres: los añadidos y los “liberados”

Azúcar añadido: Es todo aquel azúcar que se ha añadido en la producción de un alimento de manera consciente. Puede haber sucedido en casa (añadir azúcar a un pastel) o también cuando lo hace la propia industria alimentaria (añadiendo azúcar a un refresco)

Azúcar liberado: Es aquel azúcar que estaba naturalmente presente en el alimento, pero que al procesar este alimento, queda más libre y disponible para su absorción. Es lo que puede suceder cuando exprimimos un zumo. En el resultado final no se ha añadido azúcar, pero el naturalmente presente en una naranja ahora está libre.

Azúcar intrínseco: Es aquel azúcar que encontramos en la propia matriz de un alimento sin procesar. Puede ser la fructosa que hay en una fresa, la lactosa de la leche o los hidratos de carbono que hay en verduras y hortalizas. No cuentan como azúcar libre y su consumo no es perjudicial.

 


BIBLIOGRAFIA