Una alimentación sana y equilibrada es clave para mantener un buen estado de salud, pero no es lo único por lo que nos estamos concienciando hoy en día. La alimentación sostenible, de la que somos responsables tanto consumidores como empresas, es una solución que ha nacido a raíz de que los sistemas de producción utilizados no siempre son medioambientalmente sostenibles a largo plazo.
Pero ¿en qué consiste un sistema alimentario sostenible y quién es responsable?
¿Qué podemos hacer como consumidores para adaptarnos a esta dieta sostenible?
- Preferir alimentos locales, de temporada y nutritivos.
- Reducir el desperdicio de alimentos.
- Planificar con antelación el menú y la compra semanal.
- Priorizar el consumo de productos frescos.
- Evitar la ingesta excesiva de alimentos (sobreconsumo).
- Evitar en la medida de lo posible alimentos envasados innecesariamente (frutas y verduras a granel en lugar de empaquetadas).
- Leer la etiqueta de los productos, en ella viene información sobre cómo ha sido elaborado y podemos elegir aquello que sea más sostenible.
- Ahorro de agua en todas las tareas cotidianas.
¿Qué están haciendo las autoridades y la industria?
Las autoridades, tanto nacionales como internacionales, son muy conscientes de la necesidad de una alimentación sostenible, así por ejemplo a nivel europeo, en 2010, se adoptó la Estrategia Europa 20201, cuya finalidad es, entre otras, ayudar a que se lleve a cabo un crecimiento económico sostenible. Esto significa construir una economía que:
- Aproveche los recursos con eficacia
- Sea sostenible y competitiva
- acilite el desarrollo de nuevas tecnologías verdes
- Ayude a los consumidores a dar valor al uso eficaz de los recursos
Así, se disminuirán las emisiones de carbono y al mismo tiempo se impedirá la degradación del medio ambiente, la pérdida de biodiversidad y un uso no sostenible de los recursos.
En España, la industria alimentaria también está muy comprometida con este tema y trabaja constantemente en la sostenibilidad de sus producciones y en la reducción del impacto medioambiental de sus actividades. Para hacer frente al reto de la sostenibilidad, las empresas deben adoptar diversas políticas para garantizar su compromiso con el sistema alimentario sostenible.
Dentro de estas políticas, encontramos diversas medidas como:
- Empleo de productos nacionales y de proximidad
- Control del consumo de agua
- Compromiso y buena relación con ganaderos y agricultores
- Protección y conservación del entorno en el que se opera
- Programas de concienciación ambiental
- Uso de energías renovables
- Gestión y valorización de residuos
- Salud animal y servicios veterinarios
Como ejemplo de este compromiso, podemos resaltar a la industria láctea que, en 2013, firmó un Convenio de colaboración para la implantación y desarrollo de un programa de productos lácteos sostenibles, en el que se incluyeron 14 industrias lácteas, entre las que se encuentra Danone, 9 empresas de distribución y el MAGRAMA (actualmente MAPA). Su objetivo consiste en garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sector lácteo.
¿Cómo distinguimos los productos adheridos a este programa? Porque llevarán el distintivo PLS:
El fomento de una nutrición adecuada y de sistemas alimentarios sostenibles constituye uno de los principales desafíos de nuestro tiempo y tanto los consumidores, como las empresas y autoridades debemos estar comprometidos con ello.
1 Estrategia Europa 2020: Una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Comisión Europea. 2010. Disponible en: https://www.bienestaryproteccioninfantil.es/imagenes/tablaContenidos03SubSec/estrategia_europa_2 020.pdf